Amalat

Share your story

La luz de mi camino

2019 Colombia

Quiero compartir parte de mi experiencia. Pareja estable, trabajo semi estable, entorno amoroso y cálido y edad apropiada para concebir, ni muy joven ni pasada de años. Eso me describe un tanto. Me enteré de mi embarazo el día en que en mi país, se celebra la luz, un 7 de diciembre. Ese día, en el lugar donde trabajo organizaron una eucaristía. Antes de ello me encerré en un baño e hice la prueba de farmacia. Tenía un retraso de 7 días y en los últimos ya se me había vuelto difícil conciliar el sueño. El resultado: dos rayitas, una fuerte y una semi difusa. Sería posible? Consulté con una amiga y ella me dijo: " a mí me pasó igual" y sí, su hijo ya tiene 6 años de edad. Volví a la eucaristía y oh sorpresa! La palabra estaba dedicada a la Anunciación: el día en que el arcángel Gabriel se acercó a María y le contó que concebiría un bebé. Mientras escuchaba esa palabra, el corazón se me arrugaba un poco. Era de esos mensajes que sabes son para ti, pero yo me negaba a concebir, esa es una decisión y un cambio en el proyecto de vida. Le escribí un mensaje a mi novio: "Es positivo". No sé qué pasó por su mente y minutos más tarde, publicó una foto de un cielo brillante. Yo no quería ni verlo. Creo que por un momento sintió emoción pero siempre estuvo a la orden de como yo me sentía y sobre todo, yo qué quería. Al otro día fuimos al laboratorio, mi intención era confirmar el resultado pese a que sabía la alta efectividad de la prueba casera. Al abrir el resultado: "positivo". El mundo se me caía a pedazos. Fui a mis clases procurando mantener el foco y la calma; al medio día salí a caminar sin rumbo por el centro de la ciudad. Entré a un café, sonaba "Diamonds" de Rihanna. Me tocó hasta el alma, lloré y dormí toda la tarde. Hablamos con mi novio de los pros y contras de lo uno y lo otro, yo realmente no me sentí preparada, quizás nunca se está preparada. Pero de ese día nos quedaron algunas claridades. Hicimos la compra de las pastillas y llegó el día en que decidimos tomarlas. Rentamos una habitación de un hotel, compramos alimentos y provisiones y nos encerramos. Hicimos algo de meditación, respiramos, nos tomamos de las manos y nos despedimos de la luz que albergaba hasta ese momento, mi vientre. Lloramos abrazados. Que difícil fue. 6 pm: primera dosis. Partí en mitades 4 pastillas. Las puse bajo la lengua. Pasaron 30 minutos y al pasar este tiempo y desechar el restante me pareció que no se diluyeron bien y eso me preocupó un poco pues la boca tiende a secarse, por eso me aplicaba por las comisuras gotitas de agua. Luego de 20 minutos de desechar el residuo, el cuerpo se me revolvía. Sentí que el mundo helaba y comencé a temblar. Un cólico empezó a asomar y hacerse más fuerte con el paso del tiempo. Tuve náuseas, vómito y diarrea. Sentí mucho frío y no me encontraba en mi propio cuerpo. No hubo sangrado. Después de las siete de la noche me retorcía del dolor en la cama, casi no podía ni respirar. Mi novio me tuvo de su mano, me arropó y me dio palabras de fortaleza. Lloré y cuando me sentí morir, en el punto más alto del dolor, tomé una velita blanca y la encendí. Alguien me dijo un día que cuando se siente perdido, encienda una luz. Pedí luz y fortaleza a los ángeles, pedí perdón. Tomé una estampa del arcángel Miguel en mis manos y oré, el dolor estaba matándome. El nombre "Gabriel" se repetía sin cesar en mi mente, no sé por qué. Puse música medicina en el punto más alto del dolor, cuando ya casi ni respirar podía y al sonar de los ángeles, el dolor desapareció. Fue mágico. Sentí que algo se desgarró de adentro. Volvió la respiración a mí, aunque el dolor seguía latente. 9 pm. Segunda dosis. cuatro pastillas más. Hubo algo de sangrado. Nuevamente sentí frío y temblor del cuerpo aunque el dolor había disminuido. Entré en un letargo y creo que me dormí. Soñé luces, algo de tibieza alrededor pues habíamos apagado las luces y lo único que nos iluminaba era la velita que encendí, que era pequeña por cierto, pero iluminaba como una hoguera. Cuando desperté, mi novio estaba al pie de la cama tomando mi mano con la suya, llorando y dándome energía. Se había quedado dos horas ahí. Sintió miedo de que no volviera a despertar. Vigiló que estuviera respirando y tuviera pulso. Parece exageración pero ante lo nuevo, se actúa así, con temor. Con algo de dificultad me incorporé y recuperé poco a poco la consciencia. Teníamos algo de hambre así que pedimos un domicilio; me hidraté, nos acostamos a respirar y descansar. 11 PM Tercera y última dosis. No quería tomarla, sentí que no era necesario pero mi novio me motivó a tomarla. En esta ocasión, 4 pastillas más pero dividí cada una en 4 partes. Se diluyeron casi por completo a los 15 minutos de estar bajo la lengua. Esa es la clave. Nuevamente sentí frío extremo, temblor y algo de cansancio. Pero el dolor había desaparecido. Pensamos que pasaríamos en vela la noche, yo sentía temor de dormir y no despertar más, de desangrarme o de dejar de respirar. Amaneció. Me sentí un poco adolorida, con algo de sed y cansancio. Un leve sangrado apareció, nada abundante ni para alarmarse. Recogí algo del sangrado en la copa. Al segundo día de haber tomado las pastillas, mientras tomaba un baño, sentí que algo de una textura y tamaño inusual se deslizó por mi pierna. Miré hacia el pie y ahí estaba mi lucecita, envuelta en un saquito de tejido blanco, pequeñita y frágil en apariencia pero súper fuerte en energía. La tomé con cuidado, la guardé en un frasquito y la enterramos en un lugar especial y natural dónde tiempo atrás habíamos sembrado unos arbolitos nativos. Hicimos un ritual de despedida. Yo ya le había escrito una carta porque sabía que en cualquier momento aparecería y así fue. Leí su carta, la puse como su camita, le pusimos pétalos, licor ancestral, hoja de coca, esencia de sándalo, lentejas para la abundancia, semillas y monedas de otros países para que tenga un buen y próspero camino y le puse de nombre: "Gabriel". Le dimos palabras de amor, luz y perdón. Fue un "Hasta luego". Vernos en este plano fue maravilloso. A veces me pregunto por qué tomé esa decisión. Fue difícil al inicio pero todo requiere un trabajo de autocontrol e introspección, aunque debo reconocer que me generó alivio porque con honestidad, no me sentí preparada. He hecho meditación, nos hemos visto por ahí, fue difícil en un inicio pero todo ha avanzado con aceptación. Está entre mis pensamientos a diario...es una luz que me da fortaleza y es una luz que siempre va a estar. Decisiones sin juzgamientos ni de otros ni propias. La vida simplemente es. Hay que aceptar y sobre todo, afrontar con madurez ese tipo de decisiones. Yo creo que nos encontraremos nuevamente. Eso lo sé desde lo profundo de mi corazón.

Vanessa

yo conoci a los 14 años a un vigilante que trabajaba donde mi mama el era super…

Alexa

Ojala alguna vez me perdones... pero fue. La mejor decisión..

Fabiana

y te lo cuento

Aldana

Una decisión que se tiñe de lucha

decisiones

Escribo mi testimonio porque espero pueda ayudar a otras, como lo fue para mi.

VIcky

Yo aborte

Yvonne

My abortion was what needed to be done at that time. Deep down me I know I…

Ayshy

Aborto cytotec 5 semanas

Andreza

Quando descobri que estava grávida eu já estava com um mês de gestação. A…

Misca

Tranquila, todo estará bien

YoungWoman NotReadyNow SecretsAreComplicating

This website gave me the confidence that I could do it. It gave me all the…

Katy Nunes

Meu corpo: minhas regras. Eu decido se e quando quero ter filho.

E. Souza

Espero que ajude outras mulheres, pois assim como eu, no desespero, procurei…

MS

ABORTAR ESTÁ BIEN

Ana Lu

e vida nova pela frente...

Maiara Rejane

Não havia outra alternativa.
Dia 02 de Julho, voltava de uma festa, havia bebido…

Florencia

No podía quedar embarazada, las posibilidades para que eso suceda (según los…

Fer

Moro no Brasil! Aqui é proibido! Namorei um rapaz durante 6 anos! Passei por…

Leonor Leonor

Mi madre quería nietos... Yo solo quiero dejar de recriminarme.

C. Ferreira

Pior dia da minha vida